Después de la batalla de Caseros( 3 de febrero de 1852) la República comienza a expandirse, a tomar cuerpo y conciencia de su condición de país enorme, despoblado y desconectado. Los avances técnicos del medio siglo reclamaban una mayor comunicación entre las regiones y ciudades, lenta por lo general, condicionada, en un país como el nuestro, por el tiempo y la distancia. La elección a tal efecto era el ferrocarril, hay que considerar lo que significaba este en el proceso tierras por las que pasaba, eran tierras que inmediatamente se valorizaban, duplicando a veces su valor, al paso de la vía férrea surgían poblados, producción, fuentes de consumo.
Así es como el 29 de enero de 1891 mediante un decreto del presidente Carlos Pelegrini, se habilito el tramo Bahía Blanca-Nueva Roma- Bernasconi del Ferrocarril Bahía Blanca Noroeste perteneciente a capitales ingleses.
Este tramo que cubría un recorrido de 175km tenía en su camino a las tierras que mas tarde se la conocería como San Germán, pero por esa época solo era un devenir de carretas y de hombres a caballo hasta que el 1 de febrero de 1891 queda inaugurado este tramo que traería con la llegada del ferrocarril, la construcción de la estación de tren en los terrenos donados por la Sra Juana De Berraondo, cabe recordar que en estas tierras solo estaba la pulpería conocida como El Pinchazo.