En esa búsqueda maratónica por el sueño de la tierra, San Germán ya se transformaba en pueblo ayudado por las buenas cosechas, el ferrocarril que acarrea centenares de nuevos visitantes,que muchos quedaran y otros probaran suerte en tierras cercanas y serán los que den nacimiento a otras localidades.

Lo cierto es que para 1910, ya transformado en pueblo, esta nueva localidad que altera en paisaje monótono de las llanura, inicia su marcha ascendente, cada día se construye una nueva vivienda y con ello nuevos habitantes, así es que con esta demanda se instala un almacén de la firma Altube Y Serrat, el lugar en el que se encontraba esta novedosa iniciativa, es en edificio que ocupa la cooperativa agropecuaria.

Las tareas rurales reclaman mayor mano de obra, las grandes extensiones de tierras, albergan es sus instalaciones imponentes por cierto, una gran concentración de hombres que se dedican a las tareas de alambras,arar,levantar la cosecha y además dan lugar para las comparsas de esquiladores a tijeras.

Pero no todos eran hombres solo que venían por temporadas, había familias, había niños, que cada año engrosaban la población sangermanina, entre 1911 a 1920 fue el periodo de consolidación del pueblo y es por esta década que se crea la primera escuela, en la casa que actualmente habita la familia Barcelo.